Un poco de nuestra historia

MANIFIESTO DHAMMAPADA

y los motivos de la creación de una nueva sangha

LA SANGHA DHAMMAPADA

Es una comunidad dedicada a la transmisión del Budismo Zen con identidad propia.

Su Tempo principal se encuentra ubicado en Ingeniero Maschwitz, Buenos Aires, Argentina.

Fue fundado el 26 de septiembre de 2013 por el Sifu Koio Samadhi, quien propuso la creación de la sangha. Actualmente sigue siendo el Maestro Responsable del Templo.

UN POCO DE HISTORIA:

Koio Samadhi ha dedicado su vida tanto a su formación profesional como al estudio riguroso y práctica del Budismo Zen, con el fin de aportar una nueva visión al natural proceso de inculturación del Zen a la vida moderna en América Latina.

A los 8 años de edad se introdujo en el mundo de las artes marciales del zen. Y a partir de los 17 comenzó su búsqueda espiritual encontrando en el camino a una variedad de maestros de distintas disciplinas, que lo guiaron cada vez más cerca de aquello que buscaba con anhelo... su verdadero yo.

A sus 18 años comenzó los estudios universitarios de Psicología en Buenos Aires, para terminar la carrera a los 23, período durante el cual siguió estudiando en forma paralela la doctrina Budista en algunas de sus diferentes tradiciones.

Pero en su peregrinar, siempre se vio envuelto en la incomodidad de practicar su religión ligada a las identidades culturales de la China o de Japón. Sentía que la práctica y el estilo de vida budista no podían depender de una tradición étnica o de una geografía en particular.

"No existe ni esta orilla ni la otra", recordó de las enseñanzas tradicionales del Buda, y se dedicó a buscar una práctica con identidad propia.

Ya en 2011 sintió haber encontrado un equilibrio moderado entre la identidad argentina (o como él prefiere decir modestamente, "rioplatense"), y el Zen.

Y habiendo tomado los votos monásticos, propuso a sus estudiantes la creación de una Sangha que, con la maduración de los años, dio sus frutos.

Nuevos Dojos, Zendos o centros de práctica, se abren paulatinamente.

Y aquella sangha laica que surgió espontáneamente, ya ha dado lugar a la creación de una Orden en la que hoy nuevos monjes y nuevas monjas se forman para transmitir una corriente autóctona del Budismo Zen... el Budismo Zen Dhammapada.

TEMPLO DHAMMAPADA

Fundado el 26 de septiembre de 2013 por el Sifu Koio Samadhi.

UBICACIÓN

Formosa 182, Ing. Maschwitz - Buenos Aires, Argentina.

ZEN DHAMMAPADA EN EL MUNDO

Dojo en Phoenix, Arizona - USA.

MANIFIESTO

"Si deseas buscar al Buda, debes ver dentro de tu propia naturaleza, pues esta naturaleza es el mismo Buda"

En el año 2010, como invitado de un encuentro informal entre budistas independientes, Koio Samadhi declaró lo que se convertiría en su nuevo manifiesto:

“Quien estudia la historia del budismo en general, y del Zen en particular, encuentra sin dificultades que nuestra religión siempre se ha transformado adaptándose a los tiempos, a las culturas y a las geografías.

De la India pasó a China y Tíbet, de China pasó a Japón, y desde Japón viajó hasta Europa y las Américas.

El Zen adquirió invariablemente rasgos de las culturas en las que se asentó. Y por eso luce tan diferente de un país a otro.

Hasta la pronunciación de su nombre mutó conforme a las diferentes lenguas. Pasó de ser el “Dhyana” indio al “Chan” chino; del “Chan” chino al “Zen” japonés, y desde aquí, imaginemos la variedad de sonidos producidos ante la misma lectura por un español, un alemán, un brasileño o un argentino.

Vemos pues como no sólo cambian las formas de los rituales y las vestimentas sino hasta el sonido de su mismísimo nombre.

¿Acaso el Zen podría mantenerse inmutable frente al paso del tiempo o al cambio de culturas? Si fuese así, imagino que ya habría desaparecido.

No hay nada en este universo que no esté sometido al cambio. Lo que no se adapta se cristaliza, pierde su libertad y poco tiempo después perece.

¿No es, por cierto, la actualización del Dharma, el espíritu original del Mahayana?

Si entendemos esto, ¿cómo puede esperarse que los argentinos practiquemos un Zen japonés o chino?

Seamos descendientes de europeos, de incas, de aztecas o mapuches, bien podemos practicar nuestra religión con inspiración oriental, pero es imperativo que lo hagamos con aspiraciones latinoamericanas.

El budismo nos exhorta al desapego del ego. Pero si no conocemos profundamente cada esquina, cada rincón de ese ego… ¿de qué podríamos desapegarnos?, ¿de algo que no somos?

Pretendiendo ser lo que no somos (chinos, indios o japoneses), ocultamos nuestro verdadero yo.

Ya podemos disfrazar al ego de monje, podemos incluso hacernos los distraídos ante sus impulsos con un aire de superación impostado, pero siempre estará allí escondido entre nuestras propias sombras, al acecho de cualquier momento de duda o vacilación para asestarnos su golpe mortal… desnudarnos ante nuestra propia mirada.

Ser budista Zen no tiene nada que ver con la nacionalidad, la geografía o la forma de los ojos. Ser budista Zen tiene que ver con el compromiso de ser genuino, profundamente honesto con uno mismo y entonces, con los demás.

Por esto es que un nuevo modo de ver las cosas está naciendo en el mundo occidental y en América Latina en particular. No creo que pueda diseñarse un modo latinoamericano o siquiera argentino de practicar el Zen, pienso que es un proceso que ocurrirá solo, y que dará lugar a muchas expresiones diferentes…  es sano que así sea.

Así como un alfarero moldea el barro y da forma a la vasija, así el tiempo moldeará con el barro de sus monjes y sus practicantes laicos un budismo Zen con olores a mandioca, frijoles, arrabales y araucarias”.

Sifu Koio Samadhi.

EL TEMPLO

Templo principal en Ingeniero Maschwitz, Buenos Aires, Argentina.

La Sangha

Nuestra comunidad en Argentina y en México.