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PROCEDIMIENTO
ZAZEN
Posturas - Actitud - Respiración - Mente
PROCEDIMIENTO DE LA PRÁCTICA
1- Las diferentes posturas.
Loto completo:
Las piernas cruzadas con ambas plantas de los pies hacia arriba, apoyadas cada una sobre su pierna contraria y con las rodillas afirmadas en el suelo.
Medio loto:
Similar a la postura anterior pero con una pierna en el piso. Las rodillas apoyadas firmemente en el suelo.
Loto birmano:
Similar a la postura anterior pero con ambos pies en el piso, en paralelo.
Seizá:
De rodillas sentado sobre los talones, un zafu o un banquito.
Sentado/a en una silla:
Sentarse cerca del centro y la olrilla de la silla, evitando apoyar la espalda en el respaldo. Las piernas cómodamente paralelas, y las plantas de los pies firmemente apoyadas en el suelo.
2- Actitud.
La espalda derecha, desde la pelvis hasta la nuca.
La pelvis ligeramente basculada hacia delante y las lumbares delicadamente arqueadas.
La nuca estirada, el mentón recogido, y el esternón levemente basculado hacia arriba.
Los hombros relajados y las manos juntas en el regazo, formando el Maha mudra; los dedos de la mano juntos, una mano sobre la otra, y con las puntas de los pulgares en delicado contacto.
Se recomienda la mano izquierda sobre la mano derecha cuando esta última se apoya sobre el pie izquierdo y viceversa al tratarse del apoyo sobre pie derecho. Si no hay apoyo sobre ningún pie, se recomienda usar la postura que resulte menos natural a fin de estimular el lado menos dominante del cerebro.
La mirada apuntando al piso a unos 2 metros de distancia (formando un ángulo de 45º), los ojos semi cerrados, pero la vista relajada, sin enfocar en lo que haya delante.
La boca cerrada, los dientes en contacto, la lengua reposando en el piso de la boca y tocando suavemente el paladar detrás de los dientes.
La nariz alineada con el ombligo y las orejas con los hombros.
Se recomienda sentarse sobre la orilla del zafu y balancear levemente el cuerpo de derecha a izquierda hasta encontrar el punto medio, y luego hacia adelante y hacia atrás para centrarse.
3- Respiración.
Se trata de establecer un ritmo lento y natural, basado en una espiración suave y conciente. El aire se expulsa lenta y silenciosamente por la nariz, mientras que la presión ejercida por la exhalación, contrae levemente los músculos abdominales. Al final de la espiración, la inspiración ocurre natural, automática e inconscientemente.
4- La mente.
En esta práctica, se detiene el diálogo interno. La atención se dirige a la postura y a la respiración, y entramos así en contacto con la naturaleza vacía de la mente.
"Cuando estás engañado y lleno de dudas, ni siquiera mil libros de Escrituras Sagradas son suficientes.
Cuando has alcanzado la comprensión, incluso una palabra es demasiado"
Proverbio Zen.