– ¿Qué es una SANGHA?

Una SANGHA es una COMUNIDAD budista formada por sus miembros laicos, así como por monjes, monjas y maestros.

– ¿Qué significa tomar una INICIACIÓN?

Tomar una INICIACIÓN representa un paso formal en la entrada a la Vía Budista.

– ¿Es obligatorio INICIARSE para ser budista?

Por supuesto que no.

Si bien cualquier persona puede considerarse a sí misma budista por el solo hecho de simpatizar con los principios básicos y las  prácticas del Dharma, la INICIACIÓN refleja la voluntad de pertenecer a una Sangha determinada.

– ¿Es lo mismo una SANGHA que una ESCUELA budista?

No, una ESCUELA budista es un movimiento al que diferentes SANGHAS pueden pertenecer.

Por ejemplo, en nuestro caso, la SANGHA DHAMMAPADA pertenece a la ESCUELA ZEN del Budismo.

Pero incluso, dentro del propio Zen, podemos encontrar diferentes tradiciones.

– ¿Y qué diferencias puede haber entre una SANGHA y otra?

Básicamente las Sanghas se diferencian por dos motivos:

• Por su tradición, que puede implicar su acervo cultural y étnico así como el modo de práctica (formas de los rituales, textos principales de consulta, etc.)
• O por la maestra o el maestro en torno del cual se reúnen sus integrantes.

– ¿Y en qué se diferencia la Sangha Dhammapada de otras Sanghas?

La Sangha Dhammapada tiene la particularidad de ofrecerse como una alternativa en la que cada quien pueda practicar el Budismo Zen enriquecido con la cultura de allí donde vive.

Sus prácticas se concentran en los lineamientos fundamentales del ZEN pero abordados de una manera que refleja nuestra identidad latinoamericana.

Se respetan ciertos aspectos tradicionales ricos en contenido simbólico pero se los aborda con un espíritu que inevitablemente está atravesado por nuestra cultura y nuestra actualidad.

Solemos decir que tenemos una inspiración oriental, y no una aspiración oriental.

– ¿Qué implica entonces INICIARSE en el Budismo Zen Dhammapada?

INICIARSE en la Sangha Dhammapada implica, entre otras cosas, asumir ciertos compromisos…

• Tomar los Tres Refugios (BUDA – DHARMA – SANGHA)
• Observar cotidianamente los Cuatro Grandes Votos del Bodhisattva
• Observar los Diez Principios de la Atención Plena
• Asistir a las prácticas tanto como sea posible
• Respetar todas las ceremonias y rituales
• Asistir a las prácticas con la vestimenta apropiada (Zen gui)
• Asistir a monjes, monjas, maestros y maestras.
• Enseñar a los nuevos y nuevas practicantes los rituales básicos de la práctica

-¿Un INICIADO es un monje?

No. INICIADOS e INICIADAS siguen siendo laicos y laicas.

Haciendo un paralelismo, podríamos decir que la INICIACIÓN es similar a un bautismo, aunque en el budismo no existen los sacramentos.

Y particularmente, en nuestra tradición, sólo pueden iniciarse personas adultas o bien lo pueden hacer a partir de los 16 años de edad mientras cuenten con la aprobación expresa de sus madres y/o padres.

El budismo es una religión de conciencia, por tanto, creemos necesaria cierta madurez para poder elegir con libertad. Nuestro espíritu está muy lejos de las ideas de adoctrinamiento.

-¿Y cuáles son las diferencias entre iniciados y monjes?

Las diferencias son varias y la mayoría de ellas residen en el nivel de compromiso para con la práctica y para con la Sangha.

Un o una SHURU (iniciado o iniciada) no tiene ninguna obligación, en cambio monjes y monjas toman ciertos votos con carácter de obligatoriedad.

– ¿Es cierto que al iniciarse se cambian el nombre?

Sí y No.

Lo correcto sería decir que asumimos un nuevo nombre ya que el nombre que figura en nuestro documento de identidad no lo cambiamos.

Lo que ocurre es que en la Ceremonia de Iniciación, nuestro maestro o maestra nos ofrece un Nombre en el Dharma, un SHURU SATNAM.

Es una práctica muy común entre los budistas que se usa como un gran ejercicio de desapego del ego.

Nuestro nombre está cargado de significados, de historia y de cualidades aprendidas aunque no siempre elegidas (al menos conscientemente).

Un nuevo nombre se presenta ante uno como la posibilidad de renacer a una nueva vida, la vida que uno elija. Esto dependerá de la conciencia, de la práctica y del compromiso que uno ponga en su camino de desarrollo personal.

– En resumen… ¿Qué diferencias existen entre shurus, las personas no iniciadas y los monjes o monjas de la Sangha Dhammapada?

Como vimos antes, los y las Shurus asumen ciertos compromisos que una persona no iniciada no asume necesariamente. Y lo hacen así porque deciden comprometerse fundamentalmente consigo mismos, con un camino de vida que eligen para sí.

Al mismo tiempo, lo hacen porque deciden formar parte orgánica de nuestra Sangha.

Como en muchas disciplinas de diferentes naturalezas, la nuestra se identifica con ciertas vestimentas, rituales y prácticas, que los y las Shurus se comprometen a observar fielmente.

Los monjes y monjas de nuestra Sangha son personas que deciden tomar ciertos votos que profundizan su compromiso con el estudio y con la práctica para dedicarse en el futuro a la transmisión del Budismo Zen y/o al servicio social.

Así, una persona puede comenzar sin asumir compromiso alguno, más tarde puede INICIARSE y, si así lo deseara, al cabo de un año como Shuru puede presentar su intención de  ORDENARSE como monje o monja de nuestra Sangha.

En ese caso, transcurrirá un año más como Maha Shuru, Gran Shuru. Año en el cual adoptará todas las obligaciones y votos de los y las monjes pero sin haber atravesado aún el proceso de ordenación. Esto se hace con el fin de probar si ése es el tipo de vida que se elige o no.

Ordenarse finalmente como monje o monja de la Sangha Dhammapada, implica en principio, dedicarse al estudio formal del Dharma (filosofía budista) siguiendo una currícula durante algunos años, así como implica también profundizar la práctica para alcanzar, llegado el momento, el grado de Zen Shi, Maestro o Maestra Zen.

– Por último… ¿Qué ventajas tiene iniciarse?

Yo no lo llamaría ventajas… pero los y las Shurus cuentan con el privilegio de un encuentro mensual de FORMACIÓN.

Encuentros en los que profundizamos las prácticas cuanto el estudio del Dharma, al tiempo que nos acompañamos en nuestro camino de desarrollo personal.